Entendiendo las altas capacidades intelectuales: Los talentos.
El término "altas capacidades
intelectuales" designa como término genérico a aquellos alumnos que
presentan potencialmente alta capacidad en una, algunas o en la mayoría de las
áreas de la inteligencia entendida en sentido amplio, pudiendo demostrar o no
conductas propias de alumno excelente o muy por encima de la media en uno o
varios ámbitos. Así pues, en la nomenclatura de las altas capacidades
intelectuales, se incluyen los siguientes conceptos: superdotación, talento y
precocidad; por tanto, es necesario definir estos conceptos para poder usar la
misma terminología y no crear confusión entre los profesionales, familias y la
sociedad en general. Debiendo tener claro que el alumnado con altas
capacidades intelectuales es un grupo heterogéneo.
Esto quiere decir que estos alumnos, en pruebas de
inteligencia general, obtienen puntuaciones significativamente por encima de la
media (por lo menos dos desviaciones típicas) y en pruebas de aptitudes
especificas obtienen percentiles superiores a la media (desde setenta y cinco a
noventa y cinco o más) dependiendo de su perfil (complejo, múltiple o simple).
En 1983 vio la luz un extraordinario trabajo en
este campo realizado por Howard Gardner (Premio Príncipe de Asturias 2011) en
el que, tras una profunda investigación multidisciplinar de campos como la
psicología y la neurología, identificaba distintas inteligencias, demostrando
que la competencia en una de estas inteligencias no implica una buena gestión
de las demás.
Para la educación de nuestros infantes, este es un
descubrimiento fundamental que nos debe llevar a una profunda reflexión de cómo
llevar a cabo la enseñanza.
De una forma intuitiva, el sistema educativo ya
tenía recogidas la formación individualizada de algunas inteligencias desde
edades tempranas, como la deportiva, la artística y la musical, siempre fuera
de la enseñanza reglada obligatoria, a través de los conservatorios y escuelas
artísticas y deportivas oficiales; ahora sabemos que la legislación que
habíamos desarrollado en función de una única inteligencia (la denominada
inteligencia académica), deberíamos extenderla a las actuales ocho
inteligencias demostradas a día de hoy, sin obviar de este modo los estudios
científicos.
Cuando un alumno destaca muy por encima de su grupo
de edad en alguna inteligencia (talento) es obligación del sistema educativo
aprovechar su potencial.
Dentro de su alta capacidad intelectual los alumnos
pueden tener una capacidad moderada, muy alta o extrema. Una alta capacidad
intelectual no presupone una superioridad en todas las áreas.
Dependiendo de si el individuo resulta
sobresaliente en una, varias, o todas las posibles formas de inteligencia,
distinguiremos los siguientes grupos de ACIs:
·
Talentos simples: percentil superior a 95 en una determinada
capacidad: cálculo numérico, aptitud verbal, creatividad...
·
Talentos múltiples: percentil superior a 85 en dos capacidades: verbal
+ numérico, creatividad + verbal, ...
·
Talentos complejos: percentil superior a 80 en tres capacidades:
académico (verbal+lógico+gestión de memoria), artístico
(espacial+lógico+creativo), matemático (numérico + lógico + espacial)…
·
Superdotación: percentil superior a 75 en todas las capacidades
relacionadas con las aptitudes intelectuales tradicionales, junto con la
creatividad.
Así pues, los distintos talentos, entendidos
siempre en forma de “potencialidad”, serían formas específicas de "altas
capacidades intelectuales", diferentes de la superdotación, y por tanto
con distintas características y problemáticas. Siguiendo con esta línea
argumental, y ante la dificultad no técnica, sino de medios y formación de los
Orientadores, de realizar tests de CI a niños/as muy pequeños, se prefiere
hablar de "precocidad intelectual" en los casos de niños/as de altas
capacidades intelectuales, retrasando una definición más exacta hasta un
momento posterior. En cualquier caso, la problemática a esas edades es la
misma, y se sugiere la misma aproximación en cuanto a su educación, sin
distinciones.
Podemos definir el talento como la
capacidad para desempeñar o ejercer una actividad. El talento se debe
considerar siempre como un potencial. Lo es en el sentido de que
una persona dispone de una serie de características o aptitudes fisiológicas de
origen meramente genético, que pueden llegar a desarrollarse en función
de diversas variables ambientales: sociales, culturales, económicas,
…. Su desarrollo efectivo va a depender de los estímulos que
reciba para ello y de su trabajo sobre éstos. En este sentido resulta
de especial importancia la frase del Profesor de la Universidad de Navarra Dr.
Javier Tourón cuando dice que “el talento que no se cultiva se
pierde”.
De los avances científicos expuestos, lo único que
ha recogido nuestra normativa es la utilización del término “Alumnado de Alta
Capacidad Intelectual”(ACI), en sustitución en algunos casos del término de
“Sobredotación Intelectual”, a fin de referirse al alumnado con una elevada
inteligencia en alguna de sus facetas, pero no recoge en ningún caso la
definición de alta capacidad intelectual, talento simple, talento complejo o
sobredotación intelectual, reduciéndose el tema a nivel práctico al término de
CI superior a 130 en los test de inteligencia estandarizados o “superdotación
intelectual”, a la hora de llevar a cabo o no, cualquier medida educativa
diferente a la habitual para el alumno evaluado y en la que entraría un
dos por ciento de la población escolar y no el diez por ciento de los alumnos con ACIS.
Como veo que mucha gente se pierde con los
conceptos técnicos, voy a tratar de daros una explicación práctica utilizando
como analogía otra cualidad fisiológica: la estatura.
Imaginemos que una norma jurídica comúnmente
aceptada sea que "una persona es alta cuando mide 2,00 cm. o más, frente a
una persona normal que mide 1,60 cm.", que es lo mismo que estamos
haciendo cuando decimos "una persona es superdotada intelectual cuando su
Cociente Intelectual es igual o superior a 130, frente a una persona normal
cuyo CI es 100" (los legisladores y los educadores nos dirán "es que
en alguna parte hay que poner el límite de corte"); y que se haya
demostrado científicamente (porque no fuera observable a simple vista) que una
persona alta necesita una ropa de mayor tamaño que una persona normal, ingerir
una cantidad mayor de alimentos que una persona normal o disponer de muebles
(sillas, mesas, camas, ...) adaptadas a su mayor tamaño; en su favor, una
persona alta puede disponer de una capacidad de visión a mayor altura que las
personas de estatura normal o, incluso, de una mayor fuerza física, y
seguro que puede coger fácilmente objetos que se encuentran situados a mayor
altura que una persona normal. En su contra, puede tener problemas para
encontrar ropa o calzado de su talla, puede tener problemas físicos o
psicológicos asociados a su estatura, le costará encontrar una pareja
sentimental de su altura y no se sentirá cómodo en espacios con techos muy
bajos o con vanos o puertas situadas a una altura "normal" y, por
todo ello, necesitará de una serie de medios diferentes a los de las personas
con estatura normal. En el ámbito de la inteligencia esta "estatura superior" es
lo que llamaríamos "ser superdotado".
En el caso de que a una persona alta le guste jugar
al baloncesto y disponga de medios materiales para ello: ropa de deporte
adecuada, una cancha de baloncesto donde entrenar, un buen entrenador de
baloncesto que realice una planificación de su entrenamiento y de su dieta y disponga
de medios económicos para poder dedicarse a jugar al baloncesto; y, disponga,
asimismo, de medios personales: esto es, unas condiciones físicas óptimas y una
fuerza de voluntad que le haga entrenar a diario; tendrá más posibilidades que
una persona normal de entrar a jugar al baloncesto en un buen equipo y, si
tiene suerte y trabaja duro, podrá convertirse en jugador de baloncesto de la
NBA o, lo que es lo mismo, tendrá éxito personal, profesional y económico como
jugador de baloncesto. En el ámbito de las creencias socialmente
aceptadas, esto es "ser superdotado".
Lo que quiero decir es que comúnmente se confunde el
resultado "ser un exitoso jugador de baloncesto de la NBA" con el
potencial "ser alto"; confundimos el ser "superdotado
intelectual" con la materialización del resultado "realizar obras
talentosas o geniales".
Al igual que es fácilmente observable que no todas
las personas altas son jugadores de baloncesto ni tienen porqué querer serlo y
que para ser un exitoso jugador de baloncesto, concurren otras cuestiones como
disponer de medios materiales y personales: trabajo duro, ganas y
suerte; debería ser fácilmente entendible que una cosa es ser superdotado
intelectual y que otra es tener éxito intelectual o personal en la vida, para
lo que, igualmente se requieren medios materiales y personales: trabajo
duro, ganas y suerte.
Esta argumentación nos debería llevar también a plantearnos
las siguientes cuestiones:
- Si una persona alta no llega a jugador de baloncesto de la NBA o no quiere ser jugador de baloncesto ¿deja de ser alta y deja de tener necesidades diferentes de una persona normal? Esto es, si una persona carece de creatividad para todo lo considerado socialmente "importante" y no tiene interés en "todas las tareas", si, además, no cuenta con los medios para desarrollarse adecuadamente ¿deja de ser superdotada intelectual?
- ¿Qué ocurre con una persona que mida 1,90 cm., ¿sus necesidades son las mismas que las de una persona que mida 1,60 cm.? ¿Que ocurre con los talentos simples, múltiples o complejos, tienen las mismas necesidades que las personas que no los tienen?
Desgraciadamente, estoy viendo emitir demasiadas normativas de las CCAA
españolas que confunden lo que es el “potencial” con el “resultado final”,
confunden lo que es ser superdotado intelectual con lo que es haber
desarrollado un talento de forma exitosa, denegando de esta forma los medios
materiales y personales a los niños de ACIS para conseguir "desarrollar al
máximo sus posibilidades", tal como recoge la Convención de Derechos del
Niño y todas las normativas educativas españolas.
Es por ello que, junto a otros miembros del
colectivo que defiende la necesidad de permitir el desarrollo del talento en
España (y fuera de España) considero indispensable, establecer una definición
legal válida para todo el territorio español, y a este respecto considero
oportuno adoptar la de la National Association for Gifted Children
(NAGC) de Estados Unidos, que se aplica en las actuales investigaciones
científicas tanto nacionales como internacionales en la materia, según la cuál:
Las personas de alta capacidad
intelectual son aquéllas que demuestran un nivel de aptitud sobresaliente
(definido como una capacidad excepcional para razonar y aprender) o competencia
(desempeño documentado o rendimiento que los sitúe en el 5% superior, o por
encima, respecto al grupo normativo, en una inteligencia; por encima del 20% en
una combinación de varias inteligencias o por encima del 25% en todas las
relacionadas con el ámbito intelectual), tal como figura en la tabla 1.
Tabla 1: Tabla de
distribución de porcentajes en el BADyG y TTCT para discriminación de talentos
o superdotación intelectual
Razonamiento Verbal
|
Razonamiento Numérico
|
Razonamiento Espacial
|
Creatividad
|
Razonamiento Lógico
|
Memoria
|
Razonamiento No Verbal
|
|
Talento Verbal
|
95%
|
||||||
Talento Matemático
|
95%
|
||||||
Talento Espacial
|
95%
|
||||||
Talento Creativo
|
95%
|
||||||
Talento Lógico
|
95%
|
||||||
Talento Académico
|
80%
|
80%
|
80% | ||||
Talento Figurativo
|
80%
|
80%
|
|||||
Superdotación Intelectual
|
75%
|
75%
|
75%
|
75%
|
75%
|
75%
|
75%
|
La
tabla 1, que nos sirve de referencia para ilustrar el concepto anterior, es
producto del trabajo de Castelló y de Batlle, resultado de adaptar las prueba
psicométricas a la teoría de las inteligencias múltiples. Debemos
precisar que las pruebas BADyG de Carlos Yuste miden tanto capacidad cognitiva
como habilidad cognitiva, por lo que tienen una correlación directa tanto con
el potencial como con el tipo de enseñanza (nivel de ejecución); además,
habría que ampliarla para que incluya los otros tipos de inteligencias, pero
resulta ilustrativa a la hora de visualizar la diferencia entre talento y
superdotación intelectual.
Hemos de tener en cuenta que, a día de hoy, están
establecidas las siguientes inteligencias:
- Inteligencia lingüística
- Inteligencia lógica-matemática
- Inteligencia espacial
- Inteligencia musical
- Inteligencia cinestésica-corporal
- Inteligencia intrapersonal
- Inteligencia interpersonal
- Inteligencia naturalista
A las que se unen características transversales
como son la creatividad o la memoria.
“Podemos entender la creatividad como la capacidad para vincular y ordenar
desde una nueva estrategia, elementos que anteriormente estaban separados y no
se habían dispuesto en ese esquema que no sólo es nuevo, sino que a la vez
aporta una mejora en el ámbito al que se dirige. Al aplicar el proceso
completo de creatividad se consigue que elementos previamente existentes sin
conexión constituyan un todo, algo con nueva y propia identidad”. Elisa Álvarez (2011), “Identificar la Creatividad”.
Es
imprescindible tenerlas todas en cuenta en la educación de las nuevas
generaciones, pues la adquisición de conocimientos es más profunda si nos
basamos en los puntos fuertes de cada alumno, respetando estilo de aprendizaje,
intereses, temáticas que le motivan y características o rasgos de personalidad,
factores todos ellos fácilmente identificables actualmente, ya que de ello
depende el éxito escolar y, por ende, social, del alumno.
Espero que el post os sea útil.
Sed felices.
¡¡¡ magnífico resumen !!!
ResponderEliminarExtraordinario, ejemplar y divulgativo, ¿se puede ofrecer más en palabras?
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